Cuando éramos pequeñas, mi madre de vez en cuando hacía bizcocho, usando de base un yogur natural. Creo que es un clásico en muchísimas casas. Hacía mucho tiempo que no lo hacía, y he pensado que para empezar el año desayunando rico, qué mejor manera que con un bizcocho casero.
Además, no se tarda nada en hacer.
Ingredientes
- 1 yogur de limón (de 125 gr)
- 1 yogur de aceite (de girasol o de oliva)
- 2 yogures llenos de azúcar
- 3 yogures de harina
- 3 huevos
- 1 sobre de levadura química (tipo Royal) - 16 grs
- Opcional: azúcar moreno
Preparación
En un bol echamos el yogur, las dos medidas de azúcar y los tres huevos. Batimos bien y añadimos el aceite. Seguimos batiendo (con las barillas si tenéis queda muy bien).
En otro bol mezclamos la harina y la levadura.
Añadimos los ingredientes secos sobre la mezcla líquida y mezclamos hasta que no se vea la harina.
Vertemos la mezcla en un molde previamente untado con mantequilla y harina (o aceite y harina) para que se desmoldee bien. Yo he usado un molde redondo de 21 cm de diámetro, pero cualquier otra forma vale. Espolvoreamos con azúcar moreno (opcional) para que quede crujiente por encima.
Precalentamos el horno a unos 180ºC solo calentando abajo. Metemos el molde en la parte media - baja del horno y bajamos a unos 170ºC y horneamos unos 35 minutos, hasta que pinchando en el bizcocho con una aguja, salga completamente limpia. Ponemos tres minutos solo arriba si no está tostado y ¡listo!
Trucos e ideas
- Es importante no abrir el horno a media cocción. Esperad mínimo 25 minutos para abrir la puerta y probar cómo está o para ver qué pinta tiene. Si no se parará la cocción y no quedará esponjoso.
- Ya sabéis que cada horno es un mundo, así que podríais necesitar un poco menos o un poco más temperatura. Y si tenéis aire, podéis cocerlo con la parte de abajo y el aire.
- Podéis añadir trocitos de chocolate, fruta seca (yo esta vez he añadido arándanos que previamente he hidratado un poco), nueces... pero para que no se queden en el fondo, pásalos por harina antes. :)
- También podéis cambiar el sabor del yogur o ponerlo natural, que le da un puntito ácido muy rico. Y añadir rayadura de limón, o de naranja, coco... sustituir una pequeña parte de la harina por chocolate en polvo, meter rajitas de manzana en la masa, o piña...
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