24 de abril de 2014

Lección 1: sobre cómo aprender a no hacer planes

Hace poco he leído: "cuidado, que a veces los sueños se cumplen". Me gustó la frase y todavía cuando la escribo me hace sonreír. Mi sueño, desde hace media vida (según mi madre algo más), ha sido tener un año para hacer lo que quisiera. Y cuando el día uno de abril lo comencé, tenía un plan en la cabeza de lo que iba a ser. Los primeros cuatro meses totalmente definidos, y el resto, con un hilo trazado bastante claro. O eso pensaba yo.

Veintitrés días después, he aprendido a fuego la primera lección que este año me tiene que enseñar. A saber: he aprendido a vivir sin hacer planes (o estoy en ello).

Los que me conocéis sabéis que soy muy desordenada, pero por otro lado me gusta planificar las cosas con tiempo y casi con detalle, tanto en mis vacaciones como en mi día a día. Puedo improvisar ante un imprevisto, pero no me gusta hacerlo.

Pues está claro que este año no va a ser así. Mi plan era sencillo: el mismo día 1 partía caminando hacia Santiago de Compostela. Aproximadamente el 21 llegaba a Burgos, el 23 iba a pasar el día con toda mi familia a donde dijeran, y el 24 por la tarde me iba para Madrid rumbo Nicaragua. Puede sonar un poco estresante, pero para mi, era el plan perfecto.

Y así, el día 1 desayuné en casa, cargué la mochila y comencé a andar. Siete días después, cuando no me dolía nada y estaba pletórica, decidí hacer planes y acelerar para poder llegar un día concreto, a un lugar concreto, para recorrer los últimos 100 kms con mi amiga Bea. Al día siguiente, una tendinitis me devolvió a casa (pero eso ya os lo conté ;)).

Una semana después y tras un viaje a Almería pasando por Toledo donde pude retomar amistades y reencontrarme con nuevos amigos peregrinos (a salto de mata, sin planificar - un viaje precioso), un nuevo plan. Subiría al norte para pasar unos días por Bermeo y así ahorrar unos kilómetros a un amigo eibarrés. A las dos horas de confirmar el plan, el coche decide no funcionar más y se queda durmiendo en Valladolid hasta diagnóstico.

Entre un plan y otro, Nicaragua se pone a temblar. "Mamá, es normal, es un país propenso a eso", la decía yo. Hasta que me llamaron de la ONG para avisarme de que la falla que pasa por debajo de Managua y que en el 1972 provocó un terremoto con más de 10000 muertos, se había activado, y que tenía que esperar: el país está en alerta roja y no se sabe hasta cuando. 

Así que he cambiado el billete, otra vez, después de dos tentativas diferentes. De momento (y digo de momento porque ya no me creo nada) parece que me voy a Perú. El día 2 de mayo. ¿A qué? Ya os lo contaré cuando lo haya hecho. Me han dado contactos, tengo ideas, pero si llego, ya iré viendo lo que me depara el destino. Así de sencillo. O de complicado. :)

A pesar de que alguno pueda pensar que me ha mirado un tuerto, lo mejor de todo es que estoy disfrutando mucho de todo esto. Porque la lección no ha venido sola. Ha venido con la certeza de otra todavía mayor: Mañana podemos no estar aquí. Así que hay que aprender a disfrutar todos los días como si fueran el último. 

Y he conocido a dos personas que son capaces. Quizá yo pueda llegar a ser como ellos.... :)

8 comentarios:

  1. Estás pasando por un momento muy especial interiormente. Hay llamadas muy concretas a escuchar a tu interior y eso te está ocurriendo.
    No somos nosotros los que hacemos nuestra vida. Estás siendo llamada a crecer interiormente y a parar. Algo te está invitando a parar, a no programar, solo a esperar. Descubrir estas experiencias es entrar en el misterio que no se atrapa, no se coge no se planifica, sólo se entra en el misterio.
    Disfrutalo y sobre todo vívelo.

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    1. Tiene todo el sentido del mundo lo que dices. Cada vez que doy un paso, algo me obliga a parar. Ojalá sepa escuchar lo que tengo que escuchar y vivir lo que me toca. :) Gracias por el comentario y darme otro poco más que pensar. Un abrazo.

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  2. vaya tela!!! pero ha servido de algo ;) yo tambien deberia ser asi, porque cuando no me salen los planes me pongo muy nerviosa xD

    Feliz dia y suerte!!!

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    1. Gracias Mar... está siendo un momento muy interesante... Feliz día para ti también.

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  3. Pues entonces,mi estimada Carmen,quizas sea el momento de vernos en Ecuador ;-)

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    1. Helen, podría ser.... :) No te digo que no, ni que sí... ;) Un abrazote!

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  4. Creo que estamos aprendiendo todos contigo... sin dudarlo. Así que muchas gracias!!!

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  5. Carmen, parece ser verdad eso de que el Camino nos deja alguna enseñanza... Pues a i te las a empezado a dar se ve.
    Es genial dejar que la vida te sorprenda porque como lo pudiste comprobar uno tiene intensiones que tal vez en el camino no se concretan o como solemos decir con mi madre: el hombre propone y Dios dispone jajajaja. Éxitos en lo que emprendas y si nos vemos nos tomamos unas cañas y sino lo dejamos para otro momento jajaja.

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