Cuando he empezado a ponerme nerviosa y he dejado de disfrutarlo, me ha venido a la cabeza aquella vez, con 18 años, en Oregón, en la que después de intentar volar una cometa, me ofrecí voluntaria para intentar quitar los infinitos nudos que se habían hecho mientras volaba.
No sé el tiempo que estuve, pero seguro que no llegó a los 15 minutos, cuando me di por vencida. Me ha hecho gracia darme cuenta de lo mucho que he avanzado con mi límite de paciencia (multiplicar por ocho el tiempo no está mal, verdad?) pero también que sigo sin saber deshacer nudos, ¡todo un arte!
Así que así sigue siendo mi "ovillo" :) ¡Mañana lo intento de nuevo!
Pero, si "eso" mas que un ovillo es un amasijo de lana... ¡puf!
ResponderEliminarTu abuela jamás buscaba la hebra de dentro de la madeja Empezaba con el de fuera y para que no
se manche la lana, se mete en una bolsita de tela. Creo que lo tienes un poco crudo.
eso es lo que voy a hacer... no lo intenté yo, lo intentó Nuria, pero primera y última vez... :)
Eliminar¿Que tal va el desenredo? ¿Lo lograste? ¡Animo!
ResponderEliminarno lo he vuelto a intentar... a ver si este finde tengo un rato.. pero lo tengo complicado hasta límites insospechados jajaja :)
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