Esta receta nos la hizo hace ya unos cuantos años, Bea y la aprendió, si no recuerdo mal, cuando estuvo en italia. Es originaria de Sicilia, y ahora que es tiempo de huerta, y por tanto de berenjenas, merece la pena hacerla alguna vez. Para mi, está exquisita...
Ahí va.
Ingredientes (para 2-3 personas)
1 berenjena de unos 300 - 400 grs
1 cebolla pequeña
1 diente de ajo
1 bote de tomate triturado - no frito (o tomate fresco partido pequeñito)
Aceite de oliva, sal
100 grs de queso parmesano o similar (reggiano o si encontráis ricotta curado... pues auténtico del todo)
Preparación
Corta en daditos la berenjena, ponla en un bol o escurreverduras (con un plato debajo) y echa bastante sal gorda. Déjala reposar un par de horas (al menos una) para que suelte agua. Después, lávala y sécala con un trapo.
Mientras la berenjena reposa, haz un sofrito con la cebolla y el diente de ajo picados y cuando esté frito, añade el tomate triturado (o troceado) y remueve y déjalo cociendo a fuego lento unos 15 minutos. Sálalo.
En este punto comienza a freir la berenjena con bastante aceite de oliva. Una vez que esté hecha, ponla sobre papel absorbente para quitar el exceso de aceite y sálala.
Ralla (con el agujero grande) el queso.
Mientras tanto cuece la pasta. Cuando esté casi hecha, echa a la salsa de tomate casi toda la berenjena y la mitad del queso, removiendo todo. Vierte la salsa sobre la pasta y pon encima la berenjena reservada y el resto del queso. Y por supuesto, si tienes, unas hojas de albahaca fresca.
Espero que os guste tanto como a mi.
¡Qué aproveche!
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