Pues no acabó en la basura de milagro. Perdió las flores y con lo mal que se me dan las plantas (soy un desastre, aunque lo intento), ha estado muchos meses sobreviviendo con un chorrito de agua de cuando en vez... Cada poco tiempo tenía en casa la sugerencia de tirarla, hasta que sin saber muy bien cómo, el día 19 de junio, al llegar a casa me encontré esto.
Y desde entonces ha sido mi sonrisa diaria. Decidí compartir mi sonrisa a través de la foto y la sonrisa se ha repetido muchas veces, lo cual me alegra y me anima a compartirla también con vosotros.
Qué poco hace falta a veces, ¿verdad? Espero que vosotros también os contagieis con mi generadora de sonrisas.
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La generadora de sonrisas, hoy |
Realmente preciosa y sobretodo expléndida, porque según tus comentarios, las atenciones han sido muy escasas. ¡Bonita de verdad!
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