11 de noviembre de 2012

Colgarse la mochila

16 de octubre
Hace más de dos años que no me la colgaba. Sí, he viajado después, pero en contra de mis costumbres, con maletón a cuestas. La última vez, no estaba en mi mejor momento y lo recuerdo como algo muy muy lejano. Tanto, que cuando me la he puesto esta mañana, me ha costado un rato volver a hacerme a ella y realmente sentirla parte de mi.
Llevo un rato en el aeropuerto, ya sin ella, pensando en la primera vez que me la puse y todo lo que hemos recorrido juntas. Antes de ayer, la tuve que hacer dos remiendos, y ante la idea de comprar una nueva, mi corazón se resiste, por la sensación de abandonar a un compañero de viaje que, a veces lleno a reventar, a veces casi vacío, siempre ha hecho su función.
Por fin empiezo a sentir de nuevo que estoy de vacaciones, a punto de empezar una aventura. Y a pesar de ir sola, no me siento así. Sé que probablemente mi mochila me esté esperando en el destino, dispuesta a patear lo que haga falta y cargar con lo que se presente.
Y seguro que, al menos, volverá cargada de recuerdos y caras nuevas para no olvidar.

2 comentarios:

  1. Mi querida Carmen, que bonito homenaje a la herramienta fundamental de un mochilero/a o aventurero/a que se precie, la mochila. Otros dia hablo yo de otros elementos fundamentales de una mochila de mochiilero, cazo, pacharan, lonley planet, etc..... A mí tambien se me estan olvidando esas sensaciones................

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    1. No te creas que no te tuve presente. Saliste a relucir muchas veces, hasta tu botella de Pacharán, ¡por supuesto!
      Quizá la de colgarse la mochila sí, pero estás teniendo otras que no tienen precio :) Y ya tocará el día que te la vuelvas a colgar y me tengas a mi pegada a ella, tu cazo y tu botella! :):):)

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