El jueves estuvimos en Lerma, concretamente en el impresionante patio del Parador. La Denominación de Origen Arlanza, presentaba la calificación de la añada de la cosecha del año pasado.El resultado: MUY BUENA.
Esta denominación, todavia es pequeñita. Son 16 bodegas, la mayoría de ellos viticultores y pequeños bodegueros que hace 16 años se unieron con la idea de ponerla en marcha. Por amor a su tierra. Por defender lo suyo y darlo a conocer. Y eso se nota. El presidente de la Denominación se llama Miguel Angel. Ex legionario, con el pelo largo pero con traje nuevo, subió al estrado con un discurso escrito, seguramente perfectamente estructurado, del cual no leyó ni una sola palabra. Estuvo más de media hora, en la que ni uno solo de los presentes, desde la Vicenconsejera hasta el vecino de la tiendita de la esquina, dejó de prestar atención. Porque es de esa gente auténtica, que vive lo que hace y lo hace porque lo vive. Y por eso recibió aplausos cuando pidió una copa de vino en lugar del agua que le habían dejado. Y por eso nos reímos todos con las muchas historietas que contó y con las que se emocionaba, dando otro trago de buen vino de su tierra.
La Viceconsejera no llegó a 15 minutos y estoy convencida, de que a los 3 minutos de empezar ya no la escuchaba ni la mitad del auditorio aunque hasta parecía que era de la zona y algo disfrutaba de estar allí.
Al acabar, 13 de las 16 bodegas puestas alrededor del patio, preparadas para dar a degustar sus vinos, y bandejas de pinchos pasando. Algún que otro reencuentro y muy buen vino.
Allí estaban también mis tíos, que hace cinco años echaron a andar su sueño. Tener vino propio. Y qué rico les queda. Estoy convencida de que está tan bueno porque se hace con mimo, cariño y mucha ilusión, como se han hecho y se seguirán haciendo las cosas auténticas y que cada vez escasean más.
Así que os invito a probarlo.
Espero que os guste tanto como a mi.
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