Cuando éramos pequeñas, mi madre de vez en cuando hacía bizcocho, usando de base un yogur natural. Creo que es un clásico en muchísimas casas. Hacía mucho tiempo que no lo hacía, y he pensado que para empezar el año desayunando rico, qué mejor manera que con un bizcocho casero.
Además, no se tarda nada en hacer.
Ingredientes
- 1 yogur de limón (de 125 gr)
- 1 yogur de aceite (de girasol o de oliva)
- 2 yogures llenos de azúcar
- 3 yogures de harina
- 3 huevos
- 1 sobre de levadura química (tipo Royal) - 16 grs
- Opcional: azúcar moreno
Preparación
En un bol echamos el yogur, las dos medidas de azúcar y los tres huevos. Batimos bien y añadimos el aceite. Seguimos batiendo (con las barillas si tenéis queda muy bien).
En otro bol mezclamos la harina y la levadura.
Añadimos los ingredientes secos sobre la mezcla líquida y mezclamos hasta que no se vea la harina.
Vertemos la mezcla en un molde previamente untado con mantequilla y harina (o aceite y harina) para que se desmoldee bien. Yo he usado un molde redondo de 21 cm de diámetro, pero cualquier otra forma vale. Espolvoreamos con azúcar moreno (opcional) para que quede crujiente por encima.
Precalentamos el horno a unos 180ºC solo calentando abajo. Metemos el molde en la parte media - baja del horno y bajamos a unos 170ºC y horneamos unos 35 minutos, hasta que pinchando en el bizcocho con una aguja, salga completamente limpia. Ponemos tres minutos solo arriba si no está tostado y ¡listo!
Trucos e ideas
- Es importante no abrir el horno a media cocción. Esperad mínimo 25 minutos para abrir la puerta y probar cómo está o para ver qué pinta tiene. Si no se parará la cocción y no quedará esponjoso.
- Ya sabéis que cada horno es un mundo, así que podríais necesitar un poco menos o un poco más temperatura. Y si tenéis aire, podéis cocerlo con la parte de abajo y el aire.
- Podéis añadir trocitos de chocolate, fruta seca (yo esta vez he añadido arándanos que previamente he hidratado un poco), nueces... pero para que no se queden en el fondo, pásalos por harina antes. :)
- También podéis cambiar el sabor del yogur o ponerlo natural, que le da un puntito ácido muy rico. Y añadir rayadura de limón, o de naranja, coco... sustituir una pequeña parte de la harina por chocolate en polvo, meter rajitas de manzana en la masa, o piña...
Apuntes de viajes, sensaciones, momentos para recordar y pequeñas cosas que me hacen disfrutar
31 de diciembre de 2012
30 de diciembre de 2012
Empanada de puerros super fácil y super rica
En mi casa es un clásico, supongo que desde que mi madre se la vió hacer hacer mucho tiempo a Arguiñano en la tele. Y la verdad es que suena raro, pero está buenísima.
Esta es la versión "light" ya que no uso nata como en la receta original.
Ahí va, espero que os guste.
Ingredientes
- 3 puerros grandes
- 1 cucharada de harina
- 200 ml de leche (aprox)
- Aceite, sal, pimienta blanca
- 1 huevo
- Masa para empanada (u hojaldre, según os guste más)
Preparación
1. Limpiar los puerros y partirlos en rodajas finas.
2. Cocer los puerros. Si lo hacéis en olla, poned agua, sal y un poquito de aceite y en 5 minutos desde que suba la válvula los tendréis hechos.
3. Escurrir los puerros.
4. En una sartén poner un poco de aceite (o mantequilla) y cuando esté caliente rehogar los puerros, salpimentar (con pimienta blanca), y añadir una cucharada de harina. Dar unas vueltas y poco a poco añadir la leche, removiendo. De esta manera se irá haciendo una bechamel ligera.
5. Batir el huevo y añadirlo a la mezcla de los puerros con la leche.
6. En una bandeja de horno, extender la masa sobre papel de horno y pinchar la parte de abajo.
7. Añadir el relleno y cerrar la masa. Se puede pintar por encima con clara de huevo para que quede brillante.
8. Precalentar el horno a lo indicado en el envase (en mi caso 200ºC) y hornear a media altura, hasta que esté dorada la masa. Como cada horno es un mundo, el tiempo variará. En mi caso necesité unos 20 minutos.
¡Y lista! Como opción, en lugar de echar leche, podéis echar un brick de nata para cocinar (200 ml). Quedará más contundente pero también muy buena.
Y si queréis hacerlo un poco distinta, en lugar de empanada, podéis usar masa de empanadillas y hacer mini empanadas individuales, metiéndolas en el horno, como expliqué aquí
Espero que os guste
Esta es la versión "light" ya que no uso nata como en la receta original.
Ahí va, espero que os guste.
Ingredientes
- 3 puerros grandes
- 1 cucharada de harina
- 200 ml de leche (aprox)
- Aceite, sal, pimienta blanca
- 1 huevo
- Masa para empanada (u hojaldre, según os guste más)
Preparación
1. Limpiar los puerros y partirlos en rodajas finas.
2. Cocer los puerros. Si lo hacéis en olla, poned agua, sal y un poquito de aceite y en 5 minutos desde que suba la válvula los tendréis hechos.
3. Escurrir los puerros.
4. En una sartén poner un poco de aceite (o mantequilla) y cuando esté caliente rehogar los puerros, salpimentar (con pimienta blanca), y añadir una cucharada de harina. Dar unas vueltas y poco a poco añadir la leche, removiendo. De esta manera se irá haciendo una bechamel ligera.
5. Batir el huevo y añadirlo a la mezcla de los puerros con la leche.
6. En una bandeja de horno, extender la masa sobre papel de horno y pinchar la parte de abajo.
7. Añadir el relleno y cerrar la masa. Se puede pintar por encima con clara de huevo para que quede brillante.
8. Precalentar el horno a lo indicado en el envase (en mi caso 200ºC) y hornear a media altura, hasta que esté dorada la masa. Como cada horno es un mundo, el tiempo variará. En mi caso necesité unos 20 minutos.
¡Y lista! Como opción, en lugar de echar leche, podéis echar un brick de nata para cocinar (200 ml). Quedará más contundente pero también muy buena.
Y si queréis hacerlo un poco distinta, en lugar de empanada, podéis usar masa de empanadillas y hacer mini empanadas individuales, metiéndolas en el horno, como expliqué aquí
Espero que os guste
24 de diciembre de 2012
23 de diciembre de 2012
Mi última tricotada: bufanda a ochos dobles para Ainhoa :)
El 25 bajo el árbol de la casa de sus abuelos, espero que también esté mi última tricotada a punto. Todo empezó por aprender a hacer ochos, para futuros jerseys, gorros o lo que haga falta y acabó en una bufanda de 1 metro 20 cms... La verdad es que nunca había hecho una y es la cosa más interminable que he hecho de momento, pero eso sí, los ochos, en este caso dobles, ¡ya no se me resisten!
Espero que la guste y se la ponga (que ya sabéis cómo son los niños..). Ahora estoy haciéndola una boinita (la primera que hago). A ver si para Reyes la tengo acabada (para el 25 no me da tiempo, que deshago más que hago) y así puede ir a juego en la vuelta al cole...
Para hacer el dibujo, Esperanza lo explica perfectamente aquí
A ver qué os parece :) Rosa, por supuesto, su color favorito.
Espero que la guste y se la ponga (que ya sabéis cómo son los niños..). Ahora estoy haciéndola una boinita (la primera que hago). A ver si para Reyes la tengo acabada (para el 25 no me da tiempo, que deshago más que hago) y así puede ir a juego en la vuelta al cole...
Para hacer el dibujo, Esperanza lo explica perfectamente aquí
A ver qué os parece :) Rosa, por supuesto, su color favorito.
18 de diciembre de 2012
Pollo en escabeche a la naranja - super rápido y riquísimo
De nuevo, una receta de las clases de Edu, un poco a mi estilo, ya que al no ir ese día a clase, es imposible que quede igual. Es un escabeche suave, super rico y que se puede hacer con otro tipo de carne, supongo. Además muy rapidito... espero que os guste y os animéis a probarlo.
Ingredientes
- 2 pechugas enteras de pollo (1 kg aprox)
- 3 zanahorias
- 1 cebolla grande
- 1 puerro
- 2 naranjas de zumo
- aceite de oliva (unos 200 ml)
- 1 vasito de vino blanco
- 1 vasito de vinagre
- 1 vasito de caldo
- 1 hoja de laurel
- 6 dientes de ajo
- un trozo de corteza de naranja
- sal y pimienta
Preparación
- Cortar la cebolla en juliana (tiras)
- Pelar y cortar las zanahorias en rodajas
- Pelar los ajos
- Cortar el puerro a la mitad
- Cortar un trozo de corteza de naranja
- Hacer el zumo de las dos naranjas
- Salpimentar las pechugas y en una sartén con un poco de aceite de oliva, sellarlas a fuego fuerte (por dentro quedarán crudas).
- En una olla, echar aceite de oliva y una vez caliente, los dientes de ajo enteros y la cebolla cortada. Pochar a fuego lento. Cuando esté medio hecha, añade la zanahoria, la corteza de naranja y el puerro. Rehogar. Echar el laurel y ocho granos de pimienta negra sin moler.
- Cuando la cebolla esté transparente, echar los líquidos: vinagre, vino, caldo y el zumo de naranja. Dejar un par de minutos y añadir las pechugas.
- Cerrar la olla y cuando suba la válvula, dejar 10 minutos.
- Apagar y cuando se enfríe, sacar las pechugas y cortarlas como que fueran solomillo.
Ya lo tenéis. Fácil ¿verdad?
Podéis añadírselo a una ensalada... como sugerencia del chef: lechuga, granada y queso fresco...
Ingredientes
- 2 pechugas enteras de pollo (1 kg aprox)
- 3 zanahorias
- 1 cebolla grande
- 1 puerro
- 2 naranjas de zumo
- aceite de oliva (unos 200 ml)
- 1 vasito de vino blanco
- 1 vasito de vinagre
- 1 vasito de caldo
- 1 hoja de laurel
- 6 dientes de ajo
- un trozo de corteza de naranja
- sal y pimienta
Preparación
- Cortar la cebolla en juliana (tiras)
- Pelar y cortar las zanahorias en rodajas
- Pelar los ajos
- Cortar el puerro a la mitad
- Cortar un trozo de corteza de naranja
- Hacer el zumo de las dos naranjas
- Salpimentar las pechugas y en una sartén con un poco de aceite de oliva, sellarlas a fuego fuerte (por dentro quedarán crudas).
- En una olla, echar aceite de oliva y una vez caliente, los dientes de ajo enteros y la cebolla cortada. Pochar a fuego lento. Cuando esté medio hecha, añade la zanahoria, la corteza de naranja y el puerro. Rehogar. Echar el laurel y ocho granos de pimienta negra sin moler.
- Cuando la cebolla esté transparente, echar los líquidos: vinagre, vino, caldo y el zumo de naranja. Dejar un par de minutos y añadir las pechugas.
- Cerrar la olla y cuando suba la válvula, dejar 10 minutos.
- Apagar y cuando se enfríe, sacar las pechugas y cortarlas como que fueran solomillo.
Ya lo tenéis. Fácil ¿verdad?
Podéis añadírselo a una ensalada... como sugerencia del chef: lechuga, granada y queso fresco...
13 de diciembre de 2012
La historia de la nuez / Walnut story by Tim Leonard
Estando en Siem Reap, Camboya, tuve la suerte de ir a sentarme a comer, en donde tomaba café Tim.
Y es de esa gente que deja huella, quizá porque es feliz haciendo lo que hace. Y además cuenta muy muy buenas historias.
Tiene una página web llena de muchas cosas interesantes. Cotilleándola un poco, encontré la historia de la nuez (the walnut story), que con su permiso os he traducido hoy. Si queréis leer el original, seguid este link: The walnut story
Animáos a ver su página (www.tmleonard.com) No solo escribe, también tiene fotos preciosas.
Gracias Tim, for the conversation, the stories and allowing me to translate your story. I love it.
Ahí va: The walnut story
Un monje Zen relató una historia.
“antes de convertirme en monje, era un profesor de inglés en un instituto experimental cerca de Chengdo, en el sudoeste de China. Un día, cogí una nuez.
“¿Qué es esto?”
Contestaron en chino.
Escribí “nuez” y “metáfora” en la pizarra.
“Esta nuez es como una persona que conozco, muy dura en el exterior. Están muy seguras dentro de su cáscara. Nada les puede pasar. ¿Qué hay dentro de esta cáscara?
“Algo de comer”, dijo un chico.
“¿Cómo lo sabes?”
“Mi madre me lo dijo”.
“¿Crees todo lo que te dice tu madre?”
“Sí, mi madre siempre dice la verdad”.
“¿De veras?”
“Sí”.
“Bueno, eso está bien, pero me pregunto si las madres siempre dicen la verdad a sus hijos. ¿Por qué? Porque a las madres y a los padres les gusta proteger a sus hijos y mantenerlos a salvo. Especialmente a los más pequeños. Ahora estáis en el instituto y os estáis desarrollando como un ser humano más complete y maduro. Está bien que cuestionéis las cosas y encontréis la verdad por vosotros mismos. ¿Entendéis?
Algunos respondieron “sí”, otros asintieron pasivamente.
“Esta nuez es una metáfora de uno mismo. Un símbolo. El uno mismo que tiene miedo de tomar riesgos porque está “protegido” con su cáscara. Quizá la realidad es que la cáscara está vacía. ¿Cómo sabemos lo que realmente hay dentro?”.
“Es un misterio”, dijo otro chaval.
“Es cierto, es un misterio. ¿Cómo descubriremos qué hay en el interior?”
“Tienes que romper a abrirla”, apuntó otro chico con aspiraciones poéticas.
“Sí, vosotros o yo tendremos que abrir la cáscara, nuestra cáscara, liberarnos de la cáscara para saber qué hay en el interior. Esto puede dar un poco de miedo cuando estamos condicionados y confortables llevando esa cáscara todo el día con nosotros, ¿no?”
“Es como nosotros mismos”, susurró una niña de la primera fila.
“Muy bien. Exacto. Son como nosotros mismos, esta cáscara y el misterio. Tenemos que tomar riesgos y saber que nada terrible va pasar, como cuando intentamos hablar inglés en clase.”
“Si no rompemos la cáscara, nunca sentiremos nada”, dijo otro niño.
Una niña en la parte de atrás de la clase dijo, “significa que es duro abrir nuestro corazón. Es duro conocer a otras personas y saber lo que están pensando, cómo se sienten.”
“Así es”, dije. “Nunca experimentaremos todos los sentimientos de alegría, amor, dolor, pena o amistad y nos perderemos la vida.”
La idea flotó sobre la clase mientras jugaba con la cáscara en mi mano.
“Conozco a gente que crecen muy cansados por añadir capa todos los días sobre su cáscara antes de salir de casa. Se va haciendo más y más pesada, día a día. Algunos incluso intentan llevarla una vez que son adultos. Parece que están vivos pero por dentro están muertos. Pero a veces, quizá les pasa algo importante a nivel emocional y deciden liberarse de su cáscara y ver lo que hay dentro. Se dicen “esta cáscara está volviéndose realmente pesada y estoy cansado de poner más en ella y llevarla a todos los sitios. Voy a arriesgarla”.
Rompí la cáscara en la mesa con mi mano. Se deshizo en trocitos. Los estudiantes saltaron del asiento sorprendidos.
“¡Hecho! Rompí mi cáscara. ¿La puedo recomponer?
“No”, dijeron
“Correcto, ha cambiado para siempre. La cáscara ha desaparecido”
Cogí pequeñas partes de la cáscara, apartándolas de la nuez.
“Mirad, está bien. Ahora es solo una vieja e inútil cáscara. Ya no existe. Es historia. Sé que va a tomar un tiempo quitar todas los trocitos de mi vieja cáscara. Quizá es justo y exacto decir que las pequeñas partes representan mis viejos hábitos, costumbre y actitudes. Eso pasó y ahora voy a tomar mis decisiones usando mi libertad y aceptando la responsabilidad de mis acciones y comportamiento. Y no me va a pasar nada terrible. Me siento más ligero. Ahora puedo ser auténtico.”
Esa es la historia de la nuez.
Y es de esa gente que deja huella, quizá porque es feliz haciendo lo que hace. Y además cuenta muy muy buenas historias.
Tiene una página web llena de muchas cosas interesantes. Cotilleándola un poco, encontré la historia de la nuez (the walnut story), que con su permiso os he traducido hoy. Si queréis leer el original, seguid este link: The walnut story
Animáos a ver su página (www.tmleonard.com) No solo escribe, también tiene fotos preciosas.
Gracias Tim, for the conversation, the stories and allowing me to translate your story. I love it.
Ahí va: The walnut story
Un monje Zen relató una historia.
“antes de convertirme en monje, era un profesor de inglés en un instituto experimental cerca de Chengdo, en el sudoeste de China. Un día, cogí una nuez.
“¿Qué es esto?”
Contestaron en chino.
Escribí “nuez” y “metáfora” en la pizarra.
“Esta nuez es como una persona que conozco, muy dura en el exterior. Están muy seguras dentro de su cáscara. Nada les puede pasar. ¿Qué hay dentro de esta cáscara?
“Algo de comer”, dijo un chico.
“¿Cómo lo sabes?”
“Mi madre me lo dijo”.
“¿Crees todo lo que te dice tu madre?”
“Sí, mi madre siempre dice la verdad”.
“¿De veras?”
“Sí”.
“Bueno, eso está bien, pero me pregunto si las madres siempre dicen la verdad a sus hijos. ¿Por qué? Porque a las madres y a los padres les gusta proteger a sus hijos y mantenerlos a salvo. Especialmente a los más pequeños. Ahora estáis en el instituto y os estáis desarrollando como un ser humano más complete y maduro. Está bien que cuestionéis las cosas y encontréis la verdad por vosotros mismos. ¿Entendéis?
Algunos respondieron “sí”, otros asintieron pasivamente.
“Esta nuez es una metáfora de uno mismo. Un símbolo. El uno mismo que tiene miedo de tomar riesgos porque está “protegido” con su cáscara. Quizá la realidad es que la cáscara está vacía. ¿Cómo sabemos lo que realmente hay dentro?”.
“Es un misterio”, dijo otro chaval.
“Es cierto, es un misterio. ¿Cómo descubriremos qué hay en el interior?”
“Tienes que romper a abrirla”, apuntó otro chico con aspiraciones poéticas.
“Sí, vosotros o yo tendremos que abrir la cáscara, nuestra cáscara, liberarnos de la cáscara para saber qué hay en el interior. Esto puede dar un poco de miedo cuando estamos condicionados y confortables llevando esa cáscara todo el día con nosotros, ¿no?”
“Es como nosotros mismos”, susurró una niña de la primera fila.
“Muy bien. Exacto. Son como nosotros mismos, esta cáscara y el misterio. Tenemos que tomar riesgos y saber que nada terrible va pasar, como cuando intentamos hablar inglés en clase.”
“Si no rompemos la cáscara, nunca sentiremos nada”, dijo otro niño.
Una niña en la parte de atrás de la clase dijo, “significa que es duro abrir nuestro corazón. Es duro conocer a otras personas y saber lo que están pensando, cómo se sienten.”
“Así es”, dije. “Nunca experimentaremos todos los sentimientos de alegría, amor, dolor, pena o amistad y nos perderemos la vida.”
La idea flotó sobre la clase mientras jugaba con la cáscara en mi mano.
“Conozco a gente que crecen muy cansados por añadir capa todos los días sobre su cáscara antes de salir de casa. Se va haciendo más y más pesada, día a día. Algunos incluso intentan llevarla una vez que son adultos. Parece que están vivos pero por dentro están muertos. Pero a veces, quizá les pasa algo importante a nivel emocional y deciden liberarse de su cáscara y ver lo que hay dentro. Se dicen “esta cáscara está volviéndose realmente pesada y estoy cansado de poner más en ella y llevarla a todos los sitios. Voy a arriesgarla”.
Rompí la cáscara en la mesa con mi mano. Se deshizo en trocitos. Los estudiantes saltaron del asiento sorprendidos.
“¡Hecho! Rompí mi cáscara. ¿La puedo recomponer?
“No”, dijeron
“Correcto, ha cambiado para siempre. La cáscara ha desaparecido”
Cogí pequeñas partes de la cáscara, apartándolas de la nuez.
“Mirad, está bien. Ahora es solo una vieja e inútil cáscara. Ya no existe. Es historia. Sé que va a tomar un tiempo quitar todas los trocitos de mi vieja cáscara. Quizá es justo y exacto decir que las pequeñas partes representan mis viejos hábitos, costumbre y actitudes. Eso pasó y ahora voy a tomar mis decisiones usando mi libertad y aceptando la responsabilidad de mis acciones y comportamiento. Y no me va a pasar nada terrible. Me siento más ligero. Ahora puedo ser auténtico.”
Esa es la historia de la nuez.
2 de diciembre de 2012
Dormir en... Siem Reap (Camboya)
La oferta en Siem Reap, es enorme y para todos los bolsillos. No es de extrañar, ya que es la puerta de entrada a los templos de Angkor y eso es mucho.
Nosotros aterrizamos en el Babel Guesthouse http://www.babelsiemreap.com/ por recomendación del blog de Rafa (El blog del viajero independiente), que tiene muchísima información del sudeste asiático. Y la verdad es que acertamos. Un lugar para recomendar. Su cafetería incluída.
Nosotros aterrizamos en el Babel Guesthouse http://www.babelsiemreap.com/ por recomendación del blog de Rafa (El blog del viajero independiente), que tiene muchísima información del sudeste asiático. Y la verdad es que acertamos. Un lugar para recomendar. Su cafetería incluída.
Detalle en la pared de la habitación: "Para de cazar sombras, simplemente disfruta el viaje" |
1 de diciembre de 2012
Gesto humanitario
Al cerrar el correo, me aparece la página de yahoo noticias y veo algo que me llama la atención. La foto, un policía, parece americano. El pie de foto reza "su gesto da la vuelta al mundo". Pincho y me encuentro con la noticia que os pego a continuación.
Quiero pensar que esto pasa cada día, miles de veces, en todos los países y de manera habitual. Lo que para mi es noticia, es precisamente que sea noticia. Ojalá los medios cambiaran el chip, y estuvieran llenos de noticias alegres, noticias humanas y que nos hicieran sonreir cada día. Y que esto, no fuera la excepción, sino la regla.
Coincidió que Jennifer Foster, una turista procedente de Florence (Arizona), pasaba por allí y vio toda la escena. Conmovida por lo que vio, esta mujer, directora de comunicación del sheriff del condado de Pinal, tomó la foto y se la mandó a su homóloga en la policía de Nueva York: "El agente dijo, 'Tengo estas botas de la talla 46 para usted, son para todo tipo de clima. Vamos a ponérselos y a cuidar de usted", escribió Foster en el correo.
"El agente se puso en cuclillas y procedió a ponerle calcetines y las botas nuevas a este hombre. He trabajado en la policía 17 años y no he estado tan impresionada en mi vida. Es importante, creo, que todos recordemos el motivo verdadero de que estamos trabajando en este oficio. El recordatorio que este agente nos ha regalado sobre nuestra profesión, esta presentación de bondad humana, no ha sido en vano".
A partir de ahí, fue cuestión de tiempo para que Lawrence DePrimo se convirtiera en un icono del espíritu navideño estadounidense. La policía Nueva York publicó tanto la foto como el texto de Foster en su página de Facebook. En cuestión de horas, recibió unos 320.000 Me gusta, fue compartido 77.000 veces y 20.000 comentarios aplaudiendo a DePrimo.
"Es cierto que hay ángeles en la faz de la Tierra", comentaba una mujer; "Menudo agente de policía", escribía otra. También hay escépticos que creen que todo es un montaje, un lavado de imagen de la policía. "Qué casualidad que el vagabundo esté aparcado frente a una zapatería".
Foster ha contestado a estos críticos en el mismo hilo: "El agente no esperaba NADA a cambio y no sabía que estaba siendo observado", zanja.
¿En cuanto a Lawrence? La explicación que le dio a The New York Times de todo el asunto fue sucinta y meridiana: "Hacía un frío terrible y se veía claramente que el hombre tenía ampollas en los pies. Yo llevaba dos pares de calcetines puestos y aún así tenía frío".
Fuente: Yahoo US
Quiero pensar que esto pasa cada día, miles de veces, en todos los países y de manera habitual. Lo que para mi es noticia, es precisamente que sea noticia. Ojalá los medios cambiaran el chip, y estuvieran llenos de noticias alegres, noticias humanas y que nos hicieran sonreir cada día. Y que esto, no fuera la excepción, sino la regla.
Lawrence DePrimo, el policía que compró botas a un vagabundo descalzo en el frío neoyorkino
Por Thomas Castroviejo | Gaceta trotamundos – vie, 30 nov 2012
El momento que ha dado la vuelta al mundo (Facebook/NYPD)Es
probable que la labor como policía anti-terrorista que Lawrence DePrimo
desempeñaba por las calles de Nueva York antes del 14 de noviembre
fuera de por sí elogiosa. Sin embargo, si ahora este agente se ha convertido en uno de los personajes del mes y en una de las caras más compartidas por Internet no es por su trabajo, sino por su humanidad.
Esa gélida noche en cuestión, DePrimo, de 25 años, que lleva tres en el puesto y que vive con sus padres en Long Island, estaba cubriendo la famosa gran vía turística Times Square cuando vio a un vagabundo de edad avanzada, tirado en el suelo de la mítica calle 42, descalzo en el frío neoyorkino. Sin pensarlo dos veces, DePrimo entró en una tienda, Skechers, y regresó junto al pobre... Con un par de botas de 100 dólares.Coincidió que Jennifer Foster, una turista procedente de Florence (Arizona), pasaba por allí y vio toda la escena. Conmovida por lo que vio, esta mujer, directora de comunicación del sheriff del condado de Pinal, tomó la foto y se la mandó a su homóloga en la policía de Nueva York: "El agente dijo, 'Tengo estas botas de la talla 46 para usted, son para todo tipo de clima. Vamos a ponérselos y a cuidar de usted", escribió Foster en el correo.
"El agente se puso en cuclillas y procedió a ponerle calcetines y las botas nuevas a este hombre. He trabajado en la policía 17 años y no he estado tan impresionada en mi vida. Es importante, creo, que todos recordemos el motivo verdadero de que estamos trabajando en este oficio. El recordatorio que este agente nos ha regalado sobre nuestra profesión, esta presentación de bondad humana, no ha sido en vano".
A partir de ahí, fue cuestión de tiempo para que Lawrence DePrimo se convirtiera en un icono del espíritu navideño estadounidense. La policía Nueva York publicó tanto la foto como el texto de Foster en su página de Facebook. En cuestión de horas, recibió unos 320.000 Me gusta, fue compartido 77.000 veces y 20.000 comentarios aplaudiendo a DePrimo.
"Es cierto que hay ángeles en la faz de la Tierra", comentaba una mujer; "Menudo agente de policía", escribía otra. También hay escépticos que creen que todo es un montaje, un lavado de imagen de la policía. "Qué casualidad que el vagabundo esté aparcado frente a una zapatería".
Foster ha contestado a estos críticos en el mismo hilo: "El agente no esperaba NADA a cambio y no sabía que estaba siendo observado", zanja.
¿En cuanto a Lawrence? La explicación que le dio a The New York Times de todo el asunto fue sucinta y meridiana: "Hacía un frío terrible y se veía claramente que el hombre tenía ampollas en los pies. Yo llevaba dos pares de calcetines puestos y aún así tenía frío".
Fuente: Yahoo US
24 de noviembre de 2012
Níscalos con patatas
Pues sí, otra receta, bastante tradicional en las zonas donde existe la aficción a ir a recoger setas al monte, muchas veces más por el placer del paseo por el monte que por la cantidad de vayas a conseguir.
Y como estas es época de setas, y los níscalos (o rovellones) son fáciles de encontrar, ya no solo en el campo, si no en el super, pues ahí va una recetilla con ellos. Supongo que con otras setas, también estará buena.
Ingredientes para 4 personas
800 gr de patatas
300 gr de níscalos
1 cebolla pequeña
1 pimiento (verde o rojo - yo lo puse rojo porque es el que tenía de la huerta todavía!)
2 dientes de ajo
1 cayena (opcional)
Sal, pimienta negra recién molida
1 cucharada de pimentón dulce
1 hoja de laurel
Un vaso de vino blanco
Agua
Aceite
Preparación de los ingredientes
- Picar la cebolla, el ajo y el pimiento finito.
- Limpiar los níscalos: es recomendable no mojarlos, sino limpiarlos con un trapo húmedo para quitar las pajitas. Partirlos en trozos de más o menos el mismo tamaño.
- Lavar, pelar y tronchar las patatas (en lugar de cortarlas, partirlas en trozos irregulares)
Modo de hacerlo
- En una cazuela echamos un fondo de aceite y una vez caliente, añadimos la cebolla. La vamos pochando a fuego lento. Cuando esté pochada, añadimos el pimiento picado y rehogamos.
-A su vez en una sartén con un poco de aceite caliente, echamos los ajos, la cayena y cuando empiecen a dorarse, añadimos los níscalos y los rehogamos unos cinco minutos. Quitamos la cayena si no queremos que pique mucho.
- Una vez rehogados los níscalos con el ajo, lo echamos sobre la cazuela donde estaban la cebolla y el pimiento. Removemos todo, salpimentamos, añadimos la cucharada de pimentón dulce y añadimos el vaso de vino blanco y el laurel.
- Bajamos el fuego y dejamos que vaya reduciendo hasta que casi no quede líquido. (NOTA: Una vez llegado a este punto, podríamos congelar este "guiso" para tenerlo como base para cuando no haya níscalos.)
- Un una cazuela, ponemos agua con sal, añadimos las patatas chascadas,y las cubrimos con agua.
- Cocemos unos 10 minutos, y añadimos la mezcla anterior, dejando cocer otros 15 minutos aproximadamente, hasta que las patatas estén cocidasy la salsa empiece a espesar
Espero que os gusten.
Una nota: se pueden añadir unos granos de arroz al cocer las patatas. Le da un toque curioso.
22 de noviembre de 2012
Gustavo Duch y Soberanía Alimentaria
Si hace unos años en Burgos nos quejábamos de que no había casi oferta cultura, hoy podemos decir orgullosos todo lo contrario. No hay tiempo para toda la oferta de la ciudad y muchas veces tienes que elegir entre varias cosas a las que te gustaría ir.
Ayer fue el caso. Y me decanté por ir a escuchar a Gustavo Duch. Todo un lujo, de manos de Promoción Solidaria, una asociación de la que no había oído hablar hasta ayer.
Os animo a que indaguéis un poco en la red sobre Gustavo si no lo conocéis. Fundador de Veterinarios sin Fronteras, se define como tirititero. Tiene una asombrosa capacidad de contar cuentos que te transportan al lugar y el momento. Y sobre todo, habla sobre la Soberanía Alimentaria, algo que suena raro, y que sin embargo todos deberíamos saber en qué consiste y cómo podemos contribuir a que sea posible.
Algunos datos:
- Cada minuto desaparecen en la Tierra dos hectáreas de tierra fértil
- El 70% de personas que pasan hambre son campesinos (gran contradicción, no?)
- Para que un salmón de criadero engorde 1 kg, se necesitan 5 kgs de sardinas o un kilo de jureles (una especie de chicharro)
- Por cada cosecha real que existe en el mundo, hay una media de 92 transacciones bancarias sobre esa cosecha (eso que llaman futuros)
- Ya han muerto 5 millones de personas en el Congo. La guerra es básicamente por el Coltán, material indispensable para nuestros móviles.
- Actualmente, Fondos de inversion, China y Emiratos, han comprado en África, el equivalente a la mitad de toda la tierra fértil que existe en Europa.
- Los tres de los cuatro cultivos transgénicos (soja, colza, maíz) se destinan a la ganadería industrial. El cuarto es algodón.
- Actualmente se produce en el mundo comida suficiente para 14.000 millones de personas. El doble de la población mundial.
Una hora dio para mucho. Para esto y para cuatro cuentos reales que espero encontrar en la red para poder compartirlos con vosotros.
Si queréis saber algo más sobre esto, hay mucha información en la red, claro. Vía Campesina es una buena fuente de información. http://viacampesina.org/es/
O en su blog http://gustavoduch.wordpress.com/ o en uno de sus libros.
Por ejemplo este.
Ayer fue el caso. Y me decanté por ir a escuchar a Gustavo Duch. Todo un lujo, de manos de Promoción Solidaria, una asociación de la que no había oído hablar hasta ayer.
Os animo a que indaguéis un poco en la red sobre Gustavo si no lo conocéis. Fundador de Veterinarios sin Fronteras, se define como tirititero. Tiene una asombrosa capacidad de contar cuentos que te transportan al lugar y el momento. Y sobre todo, habla sobre la Soberanía Alimentaria, algo que suena raro, y que sin embargo todos deberíamos saber en qué consiste y cómo podemos contribuir a que sea posible.
Algunos datos:
- Cada minuto desaparecen en la Tierra dos hectáreas de tierra fértil
- El 70% de personas que pasan hambre son campesinos (gran contradicción, no?)
- Para que un salmón de criadero engorde 1 kg, se necesitan 5 kgs de sardinas o un kilo de jureles (una especie de chicharro)
- Por cada cosecha real que existe en el mundo, hay una media de 92 transacciones bancarias sobre esa cosecha (eso que llaman futuros)
- Ya han muerto 5 millones de personas en el Congo. La guerra es básicamente por el Coltán, material indispensable para nuestros móviles.
- Actualmente, Fondos de inversion, China y Emiratos, han comprado en África, el equivalente a la mitad de toda la tierra fértil que existe en Europa.
- Los tres de los cuatro cultivos transgénicos (soja, colza, maíz) se destinan a la ganadería industrial. El cuarto es algodón.
- Actualmente se produce en el mundo comida suficiente para 14.000 millones de personas. El doble de la población mundial.
Una hora dio para mucho. Para esto y para cuatro cuentos reales que espero encontrar en la red para poder compartirlos con vosotros.
Si queréis saber algo más sobre esto, hay mucha información en la red, claro. Vía Campesina es una buena fuente de información. http://viacampesina.org/es/
O en su blog http://gustavoduch.wordpress.com/ o en uno de sus libros.
Por ejemplo este.
20 de noviembre de 2012
Patatas a la importancia / Potatos "important" style (Spanish recipe)
Después de el largo mes de vacaciones que espero poder ir reflejando poco a poco en el blog, hace ya una semana larga, muy muy larga, que he vuelto a la rutina.
Y en esa rutina, a veces cansina, hay un momento que me encanta, para acabar bien los lunes. La clase de cocina con Edu. Este año, somos 25, pero muchos repetimos. Fue genial volver a ver a la gente y respirar el buen ambiente que hay entre gente tan diferente y con tan distintos objetivos: desde aprender lo básico, a sorprender a la familia. Todo vale.
El lunes Edu nos enseñó su particular manera de hacer una receta, para mi, de "toda la vida". O eso pensaba yo. Y es que hay mucha gente que no la conoce, así que me he animado a ponerla y dar la versión de Edu, claro y la versión de mi tía Marilé, que es la que me enseñó un verano de hace ya mucho tiempo.
Después de este rollo, ahí va la receta. ¡Super fácil y super rica! Lo siento, la hice el sábado, pero no hice foto.. ¡espero ponerla la próxima vez que la haga!
Ah! la versión en inglés, para Stephanie, que ha estado en Barcelona y quiere aprender algo de cocina española :)
Ingredientes (para cuatro personas)
800 grs de patatas de guisar
150 grs de bacon
un par de huevos
un poco de harina
1 cebolla pequeña
2 dientes de ajo
Aceite
Un manojo de perejil
5 granos de pimienta
Sal
Azafrán (si tenéis, unas hebras)
Un vasito de vino blanco
Agua o caldo
Preparación de los ingredientes
1 - Lavar, pelar y cortar las patatas en rodajas de aproximadamente un centímetro de ancho
2 - Picar finita la cebolla
3 - Cortar en tiras pequeñas el bacon
4 - Picar los dos dientes de ajo y el perejil pequeño
5 - Batir los huevos
6 - Poner un poco de harina en un platito.
Modo de hacerlo
1 - Poner en una sartén bastante aceite a calentar.
2 - Pasar las patatas por la harina y huevo batido y rebozarlas. Ponerlas sobre papel absorbente para quitar el exceso de aceite.
3 - Poner en una cazuela grande un fondo de aceite a calentar.
4 - Añadir la cebolla picada y rehogar. Salar.
5 - Cuando esté pochada, añadimos el bacon y rehogamos.
6 - Mientras tanto, en un mortero, echar el ajo y el perejil picados, 5 granos de pimienta, una pizca de sal y el azafrán. Machacar para hacer el majado. Añadir un vasito pequeño de vino al mortero y remover el majado.
7 - Una vez que el bacon y la cebolla estén pochados, añadimos un vaso de agua o caldo (al gusto) removemos y dejamos que empiece a hervir.
8 - Añadimos la mitad del majado y vamos poniendo las patatas en capas, extendidas en la cazuela.
9 - Añadimos el resto del majado y agua hasta cubrir las patatas.
10 - Subimos el fuego a tope y una vez que empiece a hervir, lo bajamos, tapamos y dejamos que hierva todo unos 20 minutos. Dejamos reposar unos minutos antes de servir.
¿Fácil? Están buenísimas. Ahora las opciones:
- En la receta original, no se echa bacon, así que podéis quitarlo, simplemente.
- En lugar de en agua, mi tía las cuece en leche (sin el bacon) y también quedan super ricas y cremosas.
- El vino le da un toque especial, pero siempre lo podéis quitar.
And now, the English version for Stephanie. :)
Hope I can use the right words. If you don't understand something or want to correct anything, I will be happy to explain / change it! :)
So this is a traditional Spanish recipe I learnt many years ago and I re-learnt last Monday in the cooking class I am attending, where my friend Edu teachs us many old things in his own version and new things to innovate and surprise family and friends.
Hope you try it and like it. It is very tasty, easy and cheap as well!
Ingredients (for 4 people)
800 grs of potatoes for cooking
150 grs of bacon
2 eggs
some flour
1 small onion
2 cloves of garlic
Oil (we usually use olive oil but up to you)
A bunch of parsley
5 grains of black pepper
Salt
Saffron (if available)
Half cup of white wine (optional)
Water or broth (vegetal better)
Preparation of the ingredients
1 - Wash, peel and cut the potatos in slices of aprox 1 cm width
2 - Chop the onion into very small pieces
3 - Cut bacon into small stripes
4 - Chop the cloves of garlic and the parsley small
5 - Beat the eggs
6 - Put some flour on a small plate
How to do it
1 - Heat in a frying pan quite a lot of oil (as when you fry).
2 - Cover potatoes first with a thin lay of flour, then with beaten egg and put them in the frying pan (to batter them). When golden, place them on a plate with "kitchen paper" to absorb the excess of oil. Reserve.
3 - Take a big pan and heat just some oil in it.
4 - Pour the chopped onion and fry it slowly. Add some salt.
5 - When onion is fried, add the bacon and slowly cook it.
6 - In the meantime, put in a morter the garlic and parsley already chopped, 5 grains of pepper, salt and some saffron. Smash everything together (this is what we call a "majado") and add have a cup (or less) of white wine. Stir in and reserve.
7 - Once bacon and onion are cooked, add one cup and a half of water or broth. Stir in and take it to boil.
8 - Add half of the "majado" and put into the pan the potatos in layers, covering the pan.
9 - Onces th potatos are in the pan, we add the rest of the "majado" and pour water until potatos are covered with it.
10 - We cook with high fire until it starts boiling and then we cover the pan and cook for 20 minutes with low fire. After 20 minutes, they are ready. It is better if we allow them some minutes to stand before serving.
Some options:
- Traditional recipe is without bacon, so if you want a lighter version, do not use it.
- You can use milk instead of water or broth. It is really tasty and creamy (in fact, that is the way I usually cook them!)
- Wine alcohol evaporates when cooking, but if you do not feel like using, put some water or broth in the morter so you can easily pour everything smashed :)
I hope you can understand what I mean. Enjoy!!!
Y en esa rutina, a veces cansina, hay un momento que me encanta, para acabar bien los lunes. La clase de cocina con Edu. Este año, somos 25, pero muchos repetimos. Fue genial volver a ver a la gente y respirar el buen ambiente que hay entre gente tan diferente y con tan distintos objetivos: desde aprender lo básico, a sorprender a la familia. Todo vale.
El lunes Edu nos enseñó su particular manera de hacer una receta, para mi, de "toda la vida". O eso pensaba yo. Y es que hay mucha gente que no la conoce, así que me he animado a ponerla y dar la versión de Edu, claro y la versión de mi tía Marilé, que es la que me enseñó un verano de hace ya mucho tiempo.
Después de este rollo, ahí va la receta. ¡Super fácil y super rica! Lo siento, la hice el sábado, pero no hice foto.. ¡espero ponerla la próxima vez que la haga!
Ah! la versión en inglés, para Stephanie, que ha estado en Barcelona y quiere aprender algo de cocina española :)
Ingredientes (para cuatro personas)
800 grs de patatas de guisar
150 grs de bacon
un par de huevos
un poco de harina
1 cebolla pequeña
2 dientes de ajo
Aceite
Un manojo de perejil
5 granos de pimienta
Sal
Azafrán (si tenéis, unas hebras)
Un vasito de vino blanco
Agua o caldo
Preparación de los ingredientes
1 - Lavar, pelar y cortar las patatas en rodajas de aproximadamente un centímetro de ancho
2 - Picar finita la cebolla
3 - Cortar en tiras pequeñas el bacon
4 - Picar los dos dientes de ajo y el perejil pequeño
5 - Batir los huevos
6 - Poner un poco de harina en un platito.
Modo de hacerlo
1 - Poner en una sartén bastante aceite a calentar.
2 - Pasar las patatas por la harina y huevo batido y rebozarlas. Ponerlas sobre papel absorbente para quitar el exceso de aceite.
3 - Poner en una cazuela grande un fondo de aceite a calentar.
4 - Añadir la cebolla picada y rehogar. Salar.
5 - Cuando esté pochada, añadimos el bacon y rehogamos.
6 - Mientras tanto, en un mortero, echar el ajo y el perejil picados, 5 granos de pimienta, una pizca de sal y el azafrán. Machacar para hacer el majado. Añadir un vasito pequeño de vino al mortero y remover el majado.
7 - Una vez que el bacon y la cebolla estén pochados, añadimos un vaso de agua o caldo (al gusto) removemos y dejamos que empiece a hervir.
8 - Añadimos la mitad del majado y vamos poniendo las patatas en capas, extendidas en la cazuela.
9 - Añadimos el resto del majado y agua hasta cubrir las patatas.
10 - Subimos el fuego a tope y una vez que empiece a hervir, lo bajamos, tapamos y dejamos que hierva todo unos 20 minutos. Dejamos reposar unos minutos antes de servir.
¿Fácil? Están buenísimas. Ahora las opciones:
- En la receta original, no se echa bacon, así que podéis quitarlo, simplemente.
- En lugar de en agua, mi tía las cuece en leche (sin el bacon) y también quedan super ricas y cremosas.
- El vino le da un toque especial, pero siempre lo podéis quitar.
And now, the English version for Stephanie. :)
Hope I can use the right words. If you don't understand something or want to correct anything, I will be happy to explain / change it! :)
So this is a traditional Spanish recipe I learnt many years ago and I re-learnt last Monday in the cooking class I am attending, where my friend Edu teachs us many old things in his own version and new things to innovate and surprise family and friends.
Hope you try it and like it. It is very tasty, easy and cheap as well!
Ingredients (for 4 people)
800 grs of potatoes for cooking
150 grs of bacon
2 eggs
some flour
1 small onion
2 cloves of garlic
Oil (we usually use olive oil but up to you)
A bunch of parsley
5 grains of black pepper
Salt
Saffron (if available)
Half cup of white wine (optional)
Water or broth (vegetal better)
Preparation of the ingredients
1 - Wash, peel and cut the potatos in slices of aprox 1 cm width
2 - Chop the onion into very small pieces
3 - Cut bacon into small stripes
4 - Chop the cloves of garlic and the parsley small
5 - Beat the eggs
6 - Put some flour on a small plate
How to do it
1 - Heat in a frying pan quite a lot of oil (as when you fry).
2 - Cover potatoes first with a thin lay of flour, then with beaten egg and put them in the frying pan (to batter them). When golden, place them on a plate with "kitchen paper" to absorb the excess of oil. Reserve.
3 - Take a big pan and heat just some oil in it.
4 - Pour the chopped onion and fry it slowly. Add some salt.
5 - When onion is fried, add the bacon and slowly cook it.
6 - In the meantime, put in a morter the garlic and parsley already chopped, 5 grains of pepper, salt and some saffron. Smash everything together (this is what we call a "majado") and add have a cup (or less) of white wine. Stir in and reserve.
7 - Once bacon and onion are cooked, add one cup and a half of water or broth. Stir in and take it to boil.
8 - Add half of the "majado" and put into the pan the potatos in layers, covering the pan.
9 - Onces th potatos are in the pan, we add the rest of the "majado" and pour water until potatos are covered with it.
10 - We cook with high fire until it starts boiling and then we cover the pan and cook for 20 minutes with low fire. After 20 minutes, they are ready. It is better if we allow them some minutes to stand before serving.
Some options:
- Traditional recipe is without bacon, so if you want a lighter version, do not use it.
- You can use milk instead of water or broth. It is really tasty and creamy (in fact, that is the way I usually cook them!)
- Wine alcohol evaporates when cooking, but if you do not feel like using, put some water or broth in the morter so you can easily pour everything smashed :)
I hope you can understand what I mean. Enjoy!!!
13 de noviembre de 2012
Terminal
Siempre me ha gustado ver a la gente pasar en los aeropuertos. No sé por qué no existe un "pase" o una tarjeta exclusivamente para poder pasear por las terminales. Si viviera en una gran ciudad, tendría una. Sin duda.
Y es que en un mini espacio, abarrotado de tiendas y lugares donde poder comer desde un wrap a una ostra, el viaje nos obliga a convivir durante un rato, a gente de todos los colores, estatus, religiíon y condición. Turbantes, sharis, pañuelos, extrabagantes sombreros, corbatas, chandals, botas de montañas, zapatos de colección, niños, abuelos, gente viajando sola, con amigos, en familia, por negocios, por placer. Podría estar horas imaginando cada una de las historias. De dónde vienen, a dónde van, qué hacen en su día a día. Cada uno con su vida a cuestas, con sus alegrías y sus penas, con sus prisas, mentiras y sueños.
La mujer de rojo que corre con su café de starbucks en busca de un champú de última hora; el niño indio encorbatado y su madre en shari, sonriendo a dos nórdicas señoras que le saludan agitando la mano; una pareja con sus cuatro hijos, buscando un sitio para todos; un imponente vestido blanco atado a un pañuelo del mismo color que cae desde la cabeza y que invita a preguntar a la mujer de qué país africano es; pantalones de cuadros con cascos a juego y el móvil pegado a la mano; un enanito en pijama arrastrando una maleta de colores más grande que él; una gran barba larga que recuerda a un famoso terrorista. Parejas de recién casados, amigos de cervezas, ejecutivos que no saben dejar de correr, tatuajes tribales, bolsas de Burberry para la novia entrando en boots a comprar un sandwich a precio de coste.
Todos bajo el mismo techo, esperando al próximo avión. Las horas se hacen minutos. Y de fondo, mi música favorita. ¿Qué más puedo pedir?
Y es que en un mini espacio, abarrotado de tiendas y lugares donde poder comer desde un wrap a una ostra, el viaje nos obliga a convivir durante un rato, a gente de todos los colores, estatus, religiíon y condición. Turbantes, sharis, pañuelos, extrabagantes sombreros, corbatas, chandals, botas de montañas, zapatos de colección, niños, abuelos, gente viajando sola, con amigos, en familia, por negocios, por placer. Podría estar horas imaginando cada una de las historias. De dónde vienen, a dónde van, qué hacen en su día a día. Cada uno con su vida a cuestas, con sus alegrías y sus penas, con sus prisas, mentiras y sueños.
La mujer de rojo que corre con su café de starbucks en busca de un champú de última hora; el niño indio encorbatado y su madre en shari, sonriendo a dos nórdicas señoras que le saludan agitando la mano; una pareja con sus cuatro hijos, buscando un sitio para todos; un imponente vestido blanco atado a un pañuelo del mismo color que cae desde la cabeza y que invita a preguntar a la mujer de qué país africano es; pantalones de cuadros con cascos a juego y el móvil pegado a la mano; un enanito en pijama arrastrando una maleta de colores más grande que él; una gran barba larga que recuerda a un famoso terrorista. Parejas de recién casados, amigos de cervezas, ejecutivos que no saben dejar de correr, tatuajes tribales, bolsas de Burberry para la novia entrando en boots a comprar un sandwich a precio de coste.
Todos bajo el mismo techo, esperando al próximo avión. Las horas se hacen minutos. Y de fondo, mi música favorita. ¿Qué más puedo pedir?
11 de noviembre de 2012
Colgarse la mochila
16 de octubre
Hace más de dos años que no me la colgaba. Sí, he viajado después, pero en contra de mis costumbres, con maletón a cuestas. La última vez, no estaba en mi mejor momento y lo recuerdo como algo muy muy lejano. Tanto, que cuando me la he puesto esta mañana, me ha costado un rato volver a hacerme a ella y realmente sentirla parte de mi.
Llevo un rato en el aeropuerto, ya sin ella, pensando en la primera vez que me la puse y todo lo que hemos recorrido juntas. Antes de ayer, la tuve que hacer dos remiendos, y ante la idea de comprar una nueva, mi corazón se resiste, por la sensación de abandonar a un compañero de viaje que, a veces lleno a reventar, a veces casi vacío, siempre ha hecho su función.
Por fin empiezo a sentir de nuevo que estoy de vacaciones, a punto de empezar una aventura. Y a pesar de ir sola, no me siento así. Sé que probablemente mi mochila me esté esperando en el destino, dispuesta a patear lo que haga falta y cargar con lo que se presente.
Y seguro que, al menos, volverá cargada de recuerdos y caras nuevas para no olvidar.
Hace más de dos años que no me la colgaba. Sí, he viajado después, pero en contra de mis costumbres, con maletón a cuestas. La última vez, no estaba en mi mejor momento y lo recuerdo como algo muy muy lejano. Tanto, que cuando me la he puesto esta mañana, me ha costado un rato volver a hacerme a ella y realmente sentirla parte de mi.
Llevo un rato en el aeropuerto, ya sin ella, pensando en la primera vez que me la puse y todo lo que hemos recorrido juntas. Antes de ayer, la tuve que hacer dos remiendos, y ante la idea de comprar una nueva, mi corazón se resiste, por la sensación de abandonar a un compañero de viaje que, a veces lleno a reventar, a veces casi vacío, siempre ha hecho su función.
Por fin empiezo a sentir de nuevo que estoy de vacaciones, a punto de empezar una aventura. Y a pesar de ir sola, no me siento así. Sé que probablemente mi mochila me esté esperando en el destino, dispuesta a patear lo que haga falta y cargar con lo que se presente.
Y seguro que, al menos, volverá cargada de recuerdos y caras nuevas para no olvidar.
24 de octubre de 2012
Bangkok: la ciudad mercado
He salido a la calle dispuesta a usar el servicio de "express boat" (un barco que va por el r'io a modo de autob'us urbano) para ir desde cerca del hostal hasta el mercado de flores, pero a lo tonto y a lo bobo, me he dejado llevar, y he acabado 6 horas despu'es en el punto de partida.
Y es que, a pesar de no ser la primera vez en asia, Bangkok es una ciudad donde perderse es lo mejor que te puede pasar. Calles abarrotadas de tr'afico con los cables de la luz colgando y donde la 'unica manera de pasar es acercarte a un local y convertirte en su sombra. Edificios enormes y cochambrosos junto a casitas de teca y centros comerciales donde vuelves a Europa. Motocicletas que hacen las veces de taxi, taxis rosa fosforito, tuk tuks pintados de cualquier manera y luces multicolor. Monjes con la t'unica azafr'an paseando por las calles, cientos de macetas que suplen la falta de 'arboles y c'esped en el centro de la ciudad. Contaminaci'on, sacos de arena a modo de barricada junto al r'io, templos ahogados por el resto de edificios de alrededor, olor a incienso, a picante, a flores, a cientos de cosas que no identificas.
Y sobre todo, y en todas las calles, en cada esquina, Bangkok es un gran mercado donde se vende de todo.
Paseando, he ido tropezando con todos... el mercado de los amuletos, con cientos de puestos donde se venden toda suerte de mini estatuillas de arcilla, metal, tela, que se cuelgan para protegerse de los demonios. Budas de todos los tamagnos. Un puesto donde esculpen una estatua inmensa con un monje sentado. Entre los amuletos, pequegnos locales de comida, donde el wok es el rey y toda suerte de hierbas frescas esperan a ser comidas, zumos de frutas que no conozco, noodles, huevos que no lo parecen...
Y no acabo de perderme en este, cuando me tropiezo con otro en la calle, donde cualquier cosa vale. Y acto seguido mis ojos empiezan a ver pescado seco y especiado, y entro en el edificio donde me miran como si estuvieran viendo una aparici'on... el olor es muy intenso, casi vomitivo... y dos manzanas m'as all'a, empiezan a aparecer las frutas y las verduras... canastos enteros de berza, guindillas, calabacines, patatas, cebollas y gente corriendo, transportando de un lado para otro la mercanc'ia, con prisa y con paciencia ante la turista que se queda en medio embobada haciendo una foto, y otra m'as. Cuando ya me he perdido del todo, casi cuatro horas despu'es, aparecen por fin las flores, mi primer objetivo.Montones de orqu'ideas por todas partes tan vulgares como que fueran simples margaritas, de todos los colores... Y gente haciendo toda suerte de ramilletes increibles, con una facilidad pasmosa. Y cuando ya me doy por satisfecha, se cruza en mi camino el mercado indio de ropa, y aparecen los Sijh a mi lado y de repente estoy en India, entre telas brillantes y sharis de todos los estilos. Y los farolillos chinos anuncian China Town para dejar paso a la zona donde el mercado es de ropa militar y de instrumentos, que conecta con un rastrillo donde encontrar cosas de segunda o de cuarta mano.
Y entre mercado y mercado, canales y templos inmensos, pequegnitos, y m'as templos, dorados, de colores, con miles de figuras imposibles. Y un altar en cada esquina, o en el medio del mercado donde las ofrendas abundan. Una coca cola con pajita inclu'ida, bolsas de snaks, fruta, incienso. Cualquier cosa vale.
Al final de la vuelta por la isla de Rattanakosin, la famosa Kao Shan Road, donde he pasado de ser pr'acticamente la 'unica farang (extranjera), a ser parte de una inmensa mayor'ia.
PD para el Torco (a ver si llegas hasta aqu'i): estoy convencida de que esta es tu ciudad. Adem'as, el Pad Thai aqu'i, ni punto de comparaci'on con el de Auckland.
Y es que, a pesar de no ser la primera vez en asia, Bangkok es una ciudad donde perderse es lo mejor que te puede pasar. Calles abarrotadas de tr'afico con los cables de la luz colgando y donde la 'unica manera de pasar es acercarte a un local y convertirte en su sombra. Edificios enormes y cochambrosos junto a casitas de teca y centros comerciales donde vuelves a Europa. Motocicletas que hacen las veces de taxi, taxis rosa fosforito, tuk tuks pintados de cualquier manera y luces multicolor. Monjes con la t'unica azafr'an paseando por las calles, cientos de macetas que suplen la falta de 'arboles y c'esped en el centro de la ciudad. Contaminaci'on, sacos de arena a modo de barricada junto al r'io, templos ahogados por el resto de edificios de alrededor, olor a incienso, a picante, a flores, a cientos de cosas que no identificas.
Y sobre todo, y en todas las calles, en cada esquina, Bangkok es un gran mercado donde se vende de todo.
Paseando, he ido tropezando con todos... el mercado de los amuletos, con cientos de puestos donde se venden toda suerte de mini estatuillas de arcilla, metal, tela, que se cuelgan para protegerse de los demonios. Budas de todos los tamagnos. Un puesto donde esculpen una estatua inmensa con un monje sentado. Entre los amuletos, pequegnos locales de comida, donde el wok es el rey y toda suerte de hierbas frescas esperan a ser comidas, zumos de frutas que no conozco, noodles, huevos que no lo parecen...
Y no acabo de perderme en este, cuando me tropiezo con otro en la calle, donde cualquier cosa vale. Y acto seguido mis ojos empiezan a ver pescado seco y especiado, y entro en el edificio donde me miran como si estuvieran viendo una aparici'on... el olor es muy intenso, casi vomitivo... y dos manzanas m'as all'a, empiezan a aparecer las frutas y las verduras... canastos enteros de berza, guindillas, calabacines, patatas, cebollas y gente corriendo, transportando de un lado para otro la mercanc'ia, con prisa y con paciencia ante la turista que se queda en medio embobada haciendo una foto, y otra m'as. Cuando ya me he perdido del todo, casi cuatro horas despu'es, aparecen por fin las flores, mi primer objetivo.Montones de orqu'ideas por todas partes tan vulgares como que fueran simples margaritas, de todos los colores... Y gente haciendo toda suerte de ramilletes increibles, con una facilidad pasmosa. Y cuando ya me doy por satisfecha, se cruza en mi camino el mercado indio de ropa, y aparecen los Sijh a mi lado y de repente estoy en India, entre telas brillantes y sharis de todos los estilos. Y los farolillos chinos anuncian China Town para dejar paso a la zona donde el mercado es de ropa militar y de instrumentos, que conecta con un rastrillo donde encontrar cosas de segunda o de cuarta mano.
Y entre mercado y mercado, canales y templos inmensos, pequegnitos, y m'as templos, dorados, de colores, con miles de figuras imposibles. Y un altar en cada esquina, o en el medio del mercado donde las ofrendas abundan. Una coca cola con pajita inclu'ida, bolsas de snaks, fruta, incienso. Cualquier cosa vale.
Al final de la vuelta por la isla de Rattanakosin, la famosa Kao Shan Road, donde he pasado de ser pr'acticamente la 'unica farang (extranjera), a ser parte de una inmensa mayor'ia.
PD para el Torco (a ver si llegas hasta aqu'i): estoy convencida de que esta es tu ciudad. Adem'as, el Pad Thai aqu'i, ni punto de comparaci'on con el de Auckland.
Vuelta a la civilizacion: Bangkok
La llegada a Bangkok, adem'as de ser un buen azote de calor para tu cuerpo, es ca'otica. Quiz'a porque vengo del pa'is m'as tranquilo que he visto nunca, entrar en la ciudad, despu'es de un tren que podr'ia ser el de cualquier ciudad europea, montada en un tuk tuk, despu'es de haber regateado el precio, por supuesto, y pillarse un atasco monumental porque es fiesta, no tiene precio.
Hay mucha contaminacion, pero solamente por la cantidad de mercados que tiene y la posibilidad de moverte en barco por la ciudad, creo que merece la pena.
Ya os ir'e contando.
Arranca el d'ia. A ver c'omo acaba.
21 de octubre de 2012
Butan: momento de encrucijada
A un dia de marcharme del pais en el que en lugar del producto interior bruto (perdon por las faltas de ortografia, este teclado no tiene acentos) se habla de la felicidad interior bruta, junto a un guia ex/programador informatico con 15 angos de experiencia en el mundo del turismo, tengo sentimientos encontrados.
Por un lado, sentirme consciente de lo afortunada que soy por estar aqui, y mas teniendo en cuenta la edad media de la gente que me rodea. Por otro, sentir que llego demasiado tarde. O como en otras ocasiones, que he nacido tarde. Ademas, esta vez, por muy poco. Desde el 2006, en el que el cuarto rey abdico, despues de 50 agnos reinando, en su hijo y este acelero la modernizacion del pais, este se esta convirtiendo a pasos agigantados en uno mas de los estandar, donde todos vestimos igual, escuchamos la misma musica y tenemos como compagnia la television, en lugar de a los vecinos.
He llegado en un momento de transici'on, donde los mayores matienen sus costumbres, y los j'ovenes suegnan con una casa de ladrillo con aire acondicionado y calefacci'on mientras revisan su correo/e. Creo que esos sentimientos encontrados los tienen tambi'en ellos. Un ejemplo: Karma, mi gu'ia, a veces habla con pena de c'omo los nuevos caminos para llegar a los pueblos est'an destrozando las rutas de senderismo y echando a perder los caminos tradicionales, mientras que por otro lado est'a contento porque el agno que viene, har'an uno hasta su pueblo y as'i no tardar'a un d'ia en ir y otro en volver, sino un rato. Y no es egoismo. Es saber que est'a bien que todo el mundo sepa leer y escribir y entender que le campo, ahora el 70% de su actividad, se vaciar'a si no se tiene cuidado, como ha pasado en otros sitios. Se ver'a. El gobierno, muy nuevo (tienen constituci'on desde 2008), va poniendo remedio seg'un van aparenciendo las dificultades, copiando lo mejor de los paises 'desarrollados' (pero qu'e es desarrollo?) e intenta mantener un equilibrio que hasta ahora se mantiene en la cuerda floja.
El tiempo dir'a hacia d'onde se inclina la balanza. Pero hoy, tres nignos (s'i, s'olo tres en 5 d'ias, pero...), me han pedido un bol'igrafo o un caramelo.
19 de octubre de 2012
Real... Es Buthan
Pues sí, es la recepción del hotel y esas son las fotos de los cinco reyes que ha habido hasta ahora, incluyendo el actual, encargado de promover la modernización y también la primera constitución.
Está resultando muy interesante poder contar con un guía experimentado y sin pelos en la lengua.
Pero hasta la vuelta no voy apoder contarlo despacio, porque escribir en el movil no da para mucho...
Está resultando muy interesante poder contar con un guía experimentado y sin pelos en la lengua.
Pero hasta la vuelta no voy apoder contarlo despacio, porque escribir en el movil no da para mucho...
16 de octubre de 2012
El cuarto de baño mágico
Hoy os traigo un artículo que se publicó el día 13 de octubre en Mujer de Hoy, que ha compartido María en facebook. Espero que os guste tanto como a mi.
Si queréis ver leer el artículo original, este es el link del The New York Times.
A public bathroom transformed into a gem by the beach
Ojalá fueramos todos un poco como Hazel.
Buen día!
El cuarto de baño mágico, por Edurne Uriarte
EL CUARTO de baño mágico es el aseo público de la
playa norteamericana de Brighton Beach y me lo parece por lo que hace
en él Hazel Chatman, su limpiadora desde hace 16 años. Me enteré de su
existencia este verano y desde entonces se convirtió en la pequeña
historia más positiva y estimulante que he conocido en mucho tiempo. Por
la alegría y el optimismo que una persona consigue insuflar a los demás
a través de un espacio cotidiano aparentemente tan limitado, tan
imposible, en realidad, o eso habríamos pensado todos. Menos Hazel, que
decora con mimo y pasión los baños públicos que cuida. Porque quiere,
porque eso la hace feliz, porque cree que hasta un baño público puede
ser divertido y alegre, porque sí. Y lo decora con su propio dinero, con
pósters, con recortes de revistas, con telas de rastrillos, con flores y
guirnaldas. Y una y otra vez, pues muchas de sus decoraciones son
robadas nada más ser colocadas, pero Chatman no tira la toalla y vuelve a
llevar la alegría y la belleza a sus baños. Y a todos los que pasan por
él. He ahí la magia de esta historia.
ES UN BAÑO público cualquiera, funcional y feo, uno de esos lugares de los que se espera limpieza en el mejor de los casos y de los que se sale deprisa, porque nada invita a mirar o a admirar. Un baño público exactamente igual que todos los que hay en el mundo, como se puede apreciar en las fotografías de The New York Times, que lo contó y enseñó. Hasta que llegó el optimismo de Hazel, su empeño en transformar la fealdad y la frialdad en belleza y calor. Y los visitantes se sorprenden, se paran, lanzan expresiones de asombro y admiración, y devuelven la sonrisa a Hazel.
LA HISTORIA del cuarto de baño mágico me emociona porque demuestra hasta qué punto los lugares, las cosas y las situaciones más grises y menos estimulantes pueden convertirse en instrumentos de transformación, en mensajes de alegría y esperanza. Y demuestra también de qué manera tal cosa depende de la mera voluntad. No de los medios y del dinero, sino de las personas y su espíritu. De nosotros mismos. De que lo queramos, simplemente. Incluso cuando el trabajo es el cuidado de un baño público, una de esas ocupaciones que nadie quiere, ni siquiera la protagonista de esta historia, que trabajó durante años en la limpieza de la playa, algo que le gustaba, y que fue destinada a los baños en contra de sus deseos. Y que, en lugar de desanimarse o deprimirse, actuó para transformar su entorno, su pequeño y desapacible entorno, en un refugio caluroso y acogedor. Para ella misma, en primer lugar –“tengo un estímulo para venir a trabajar”, dice Hazel–, y para todos los demás. Tanto, que el baño público de Brighton Beach se ha convertido en un centro de la vida social de la playa, allí donde se reúnen los socorristas, los niños, los padres, cuando llueve, o al final de la jornada playera. Y todo por la extraordinaria fuerza transformadora de una simple limpiadora de baños.
P. D.: “Es público, pero no parece público”, dice Natasha. “Nunca pude imaginar algo tan encantador”, afirma Anne. “Dicen que los espíritus van al agua, quizá sea esta su manera”, añade Ángel. En realidad, es el espíritu de Hazel y su lema vital, escrito en las paredes del baño: vive, ríe, ama.
ES UN BAÑO público cualquiera, funcional y feo, uno de esos lugares de los que se espera limpieza en el mejor de los casos y de los que se sale deprisa, porque nada invita a mirar o a admirar. Un baño público exactamente igual que todos los que hay en el mundo, como se puede apreciar en las fotografías de The New York Times, que lo contó y enseñó. Hasta que llegó el optimismo de Hazel, su empeño en transformar la fealdad y la frialdad en belleza y calor. Y los visitantes se sorprenden, se paran, lanzan expresiones de asombro y admiración, y devuelven la sonrisa a Hazel.
LA HISTORIA del cuarto de baño mágico me emociona porque demuestra hasta qué punto los lugares, las cosas y las situaciones más grises y menos estimulantes pueden convertirse en instrumentos de transformación, en mensajes de alegría y esperanza. Y demuestra también de qué manera tal cosa depende de la mera voluntad. No de los medios y del dinero, sino de las personas y su espíritu. De nosotros mismos. De que lo queramos, simplemente. Incluso cuando el trabajo es el cuidado de un baño público, una de esas ocupaciones que nadie quiere, ni siquiera la protagonista de esta historia, que trabajó durante años en la limpieza de la playa, algo que le gustaba, y que fue destinada a los baños en contra de sus deseos. Y que, en lugar de desanimarse o deprimirse, actuó para transformar su entorno, su pequeño y desapacible entorno, en un refugio caluroso y acogedor. Para ella misma, en primer lugar –“tengo un estímulo para venir a trabajar”, dice Hazel–, y para todos los demás. Tanto, que el baño público de Brighton Beach se ha convertido en un centro de la vida social de la playa, allí donde se reúnen los socorristas, los niños, los padres, cuando llueve, o al final de la jornada playera. Y todo por la extraordinaria fuerza transformadora de una simple limpiadora de baños.
P. D.: “Es público, pero no parece público”, dice Natasha. “Nunca pude imaginar algo tan encantador”, afirma Anne. “Dicen que los espíritus van al agua, quizá sea esta su manera”, añade Ángel. En realidad, es el espíritu de Hazel y su lema vital, escrito en las paredes del baño: vive, ríe, ama.
Foto de Sara Krulwich/ The New York Times |
Foto de Sara Krulwich / The New York Times |
15 de octubre de 2012
Próximo destino, Bután: ¿el país de los Elfos?
Pues esto que veis aquí, es la cabecera de la visa para poder entrar a Bután. Cuando lo ví, pensé en elfos y criaturas de otro planeta, por lo estilizado de la escritura, por lo increíble que me parece que eso sea posible leerlo.
Para los que estéis un poco despistados, Bután, es un pequeño reino asiático en la zona del Himalaya, fronterizo con India y China. Hasta hace muy poco, bastante inaccesible para turistas y donde la riqueza del pueblo se mide, en lugar de con el producto interior bruto, con la felicidad interior bruta.
No sé qué me voy a encontrar, pero allá me dirijo mañana. Cinco días no dan para mucho. Espero quedarme con ganas de volver.
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