Tres cuartos de hora y muchos euros después, logras entrar en casa. Tu edificio se mueve, para eso su estructura es de madera, y con él, las puertas, caprichosas, arriba y abajo, para dentro o para fuera, hasta que el cerrojo decide que no entra más.
Menos mal, que todavía quedan cerrajeros. Y que la tormenta que ahora mismo ruje a mis espaldas no ha sido mientras esperaba en la calle a que llegara.
Cerradura en Albarracín, Teruel. Si os fijáis, está la Pilarica ... ¿la encontráis? |
Pues menuda suerte que haya esperado a que consiguieras entrar para que cayera jejeje.
ResponderEliminarprofesiones que esperemos que no se pierdan...
un saludo!
ayyyy, menos mal que se arregló
Eliminarla verdad es que sí, suerte que no me mojé y que se solucionó. Ojalá todos los problemas fueran así! :-)
EliminarPues que maravilla de puerta...Si,he encontrado a la Pilarica justo debajo de dontre entra la llave...Y si esta puerta es la tuya no sabes que tesoro que tienes...Hija hay dias que los bioritmos están tan bajos que es mejor no salir de casa por si eso de que el cielo se desplome sobre tu cabeza se vuelve verdad como decian en una aldea de galos que luchaban contra romanos ...jajjaja ;-)
ResponderEliminarOjalá fuera la mía... no, esta está en Albarracín... y es verdad que es una maravilla, como el artesonado de la casa... y sí tal cual, hay días, además de luna llena que no pasan más cosas porque no es posible....:-):-)
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